En otros relatos, hablé de lugares de la Patagonia Argentina. Por supuesto, hay muchos más para descubrir y disfrutar.
Les conté sobre Bariloche, Puerto Madryn, La Cueva de las Manos, El Chaltén, El Calafate y el Glaciar Perito Moreno y tantos otros, con o sin nombre.

Se escribieron libros enteros de la Patagonia y se pueden escribir muchos más, pero esta tierra también está llena de historias, de conquista y conflictos internacionales, de genocidio e intereses, de indios y vaqueros, de pioneros y descubridores.

Se puede hablar de tierras habitadas por Mapuches, Tehuelches, Pampas y Pehuenches, de ladrones de bancos foráneos, como Butch Cassidy y Sundance Kid, de Rosas y de Roca, de la matanza de los que molestaban los intereses de los “aristócratas” y del negocio que hicieron comprando tierras regaladas y financiando la “conquista del desierto”.

Un desierto bastante poblado!

tehuelches

Tehuelches

 

Pero también se pueden contar historias de hombres como el Perito Francisco P. Moreno, Saint Exupery, Darwin y los Galeses.

Sobre estos últimos trata este relato, quizás no es tan conocida su historia, pero no por eso menos interesante.

Corría 1865 y el sur argentino estaba poblado por aborígenes, salvo alguna pequeña colonia costera. Mientras en Gales, había gente que buscaba nuevos horizontes para mantener sus costumbres, su religión y su idioma, ya que del otro lado del océano se les complicaba bastante.

No les interesaba conquistar, ni explorar, ni buscar oro, solo querían una tierra donde pudieran fundar una nueva Gales, sometiéndose a las leyes argentinas e izando su bandera.

Así fue, como después de investigaciones y tratativas, ciento cincuenta y tres galeses llegaron a las costas de Chubut, cerca de Puerto Madryn, en el velero “Mimosa”.

A pesar de que los delegados del gobierno les habían dado animales y construido chozas para sus primeras necesidades, la cosa estaba complicada, faltaba agua dulce. Por esto tomaron la decisión de emigrar hacia el valle del Río Chubut.

Igualmente la vida no era fácil, tuvieron malas cosechas, inundaciones y los colonos se fueron dispersando hacia otros lugares. Algunos colonos viajaron a Gales, para convencer a sus compatriotas de emigrar hacia el sur y así hubo dos inmigraciones más, en 1874 y 1876.

galeses

Estampilla de la época

 

Por suerte, las cosechas mejoraron, construyeron canales para solucionar el problema del riego y un ferrocarril para enviar sus cosechas al puerto.

En esas épocas, era común tener problemas con los indios y los galeses no fueron la excepción. No los atacaron, pero como todavía no se había conquistado el “desierto”, tuvieron que establecer relaciones por su cuenta.

Los indígenas, vieron que los trataban con respeto y comenzaron a comerciar con ellos pieles y carne, a cambio de pan y manteca.

Así los colonos fundaron ciudades, construyeron capillas y aportaron su esfuerzo al crecimiento de la región.

torta galesa

La excelente Torta Galesa

 

En 1902, dieron muestras de su lealtad y agradecimiento, cuando habiendo un conflicto limítrofe con Chile, fueron consultados sobre el país de su preferencia y contestaron lo siguiente:

Hemos vivido bajo la soberanía y protección del pabellón argentino. No hay preferencias sino cariño de hijos, lealtad a la patria de adopción para unos, nativa para otros.”

Hoy, Gaiman es la mayor colonia galesa, donde se pueden ver sus capillas, sus archivos históricos y por supuesto, tomar el té y comer la espectacular Torta Galesa.

Fuente: http://www.patagonia-argentina.com/los-galeses

 

ruta de los galeses